Daniel Kempken*
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Dos grandes conferencias de las Naciones Unidas celebradas en 2021 destacaron la creciente importancia de la lucha contra la corrupción. Una de las conclusiones es que mas igualdad entre mujeres y hombres conduce a menos corrupción y viceversa. Es importante trasladar las recomendaciones de la ONU a la práctica política y seguir desarrollándolas en futuras conferencias.
Las Conferencias Anticorrupción
En la declaración política adoptada en la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas contra la Corrupción (UNGASS) del 2 de junio de 2021, el párrafo N.º 69 afirmó que existen vínculos entre género y corrupción, incluso que las mujeres y los hombres se ven afectados de manera diferente por la corrupción, y que la comunidad internacional seguirá promoviendo la igualdad de género[1].
Fue la primera Sesión Especial de la Asamblea General sobre el tema de la lucha contra la corrupción en la historia de la ONU. También desde la perspectiva de género, la sesión puede calificarse de histórica. La declaración final fue la primera vez que se estableció el vínculo entre la igualdad de género y la lucha contra la corrupción en un documento oficial de la ONU. Las discusiones sobre el párrafo N.º 69 fueron controvertidas, como puede adivinarse leyendo la última media frase, que estipula que todo debe hacerse de forma adecuada y de acuerdo con los principios jurídicos nacionales.
En la Declaración de la 9ª Conferencia de los Estados Parte en la Convención contra la Corrupción (UNCAC), celebrada en Sharm el Sheik del 13 al 17 de diciembre de 2021, se confirmó el mensaje del párrafo N.º 69 de la Declaración Final de la UNGASS: el artículo 8 se convirtió en una resolución de la ONU[2]. Esto es de suma importancia pues la UNCAC es una convención con 189 Estados Parte, lo que significa que es vinculante en casi todo el mundo.
La Declaración Final de la UNGASS y la resolución son instrumentos internacionales. Al mismo tiempo son llamados a la acción, que incluyen la integración de la perspectiva de género en las políticas, en la legislación y el diseño de programas para combatir la corrupción. También es necesario examinar más de cerca el vínculo entre la igualdad de género y la lucha contra la corrupción para sacar conclusiones prácticas de ello. Este mandato está en consonancia con la creciente conciencia de que la corrupción ni es pecadillo ni es un delito común, sino que implica directamente violaciones de derechos humanos.
Corrupción y Derechos Humanos
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos destacó dicho vínculo con contundencia en un informe del año 2019; las mujeres y las niñas se ven especialmente afectadas por la corrupción. Para la organización Transparencia Internacional, las violaciones de los derechos humanos causadas por la corrupción son el tema central de su Índice de Percepción de la Corrupción 2021. Además, esta misma organización ha elaborado un análisis detallado de la estrecha relación entre corrupción y discriminación.
Las mujeres y los hombres se ven afectados por la corrupción de una manera diferenciada. Esto se debe, entre otras cosas, a las respectivas normas sociales y culturales, que a menudo hacen que las mujeres en el contexto de su papel en la familia sean más dependientes de los servicios educativos y sanitarios[3] que los hombres, y esta dependencia aumentada, sucesivamente, genera más oportunidades para que sean víctimas de corrupción en los contextos de educación y salud.
Otra forma en que las mujeres se ven afectadas de manera desproporcionada es a través del acoso sexual en contextos de corrupción. Se produce acoso sexual por la corrupción, “sextorsión”, o que el sexo sirva de «moneda» para un servicio[4]. Especialmente en este ámbito, los delitos de corrupción a menudo no se persiguen ni se acusan. Debido a los tabúes sociales y al miedo a las represalias, muchas víctimas son reacias a presentar denuncias. Métodos de interrogatorio que protejan a las víctimas serían útiles en estos casos; según los principios de ética e integridad de la justicia, la aplicación de dichos métodos es imperativo[5].
Corrupción y Género
Un estudio de la ONUDD para Nigeria concluye que las mujeres tienen son menos propensas a sobornar a los funcionarios públicos que los hombres; el mismo estudio demostró que, como funcionarias públicas, las mujeres también son menos corruptas que sus colegas masculinos[6]. Esto posiblemente no es cierto para todos los países y situaciones. Pero se ha observado e investigado una y otra vez que los equipos de trabajo de género mixto, especialmente en las direcciones de una institución, no sólo hacen avanzar la igualdad de género, sino que además proporcionan más transparencia y menos corrupción[7]. Un liderazgo más diverso también contribuye a la interrupción de redes corruptas los cuales mayoritariamente están compuestas o dominadas por hombres[8].
La igualdad entre mujeres y hombres está establecida en las constituciones de muchos países. La Sesión Especial de la ONU y la Conferencia de los Estados Parte han dejado claro que, al avanzar en la igualdad de género, también se estaría contribuyendo significativamente a la lucha contra la corrupción. Por lo tanto, debemos ver a las mujeres como agentes de cambio y enfocar más en la consonancia de los objetivos de la lucha contra la corrupción y los de la igualdad de género.
Estos vínculos se han explorado con más detalle en dos eventos paralelos durante la UNGASS en junio de 2021 y la Conferencia de Estados parte de la Convención Anticorrupción en diciembre de 2021, respectivamente. El evento de la UNGASS ya formuló acertadamente el mensaje central en su título: «Igualdad de género y lucha contra la corrupción: dos temas, un objetivo». En el evento de la UNCAC titulado «Dando forma al futuro – anclar género en nuestros esfuerzos de lucha contra la corrupción», los resultados de la investigación existente se desglosaron en recomendaciones políticas prácticas, como una mayor diversidad en los puestos de liderazgo y procedimientos de selección objetivos. Además, se identificó la necesidad de recoger datos desglosados por género. Se hizo un llamado a los 189 Estados parte de la UNCAC a traducir las recomendaciones del evento paralelo en iniciativas políticas concertadas.
Ambos eventos fueron organizados no sólo por países como Suecia y Alemania, que tradicionalmente se han mostrado muy abiertos a la cuestión de la igualdad de género. Nigeria, Kenia, y la Organización para el Desarrollo de la Mujer de la Organización de Cooperación Islámica hicieron contribuciones clave, también.
Puede decirse que la UNGASS marcó un hito en su declaración final, lo que después se consolidó en la Conferencia de Estados Parte de la Convención contra la Corrupción. Pero a veces las normas escritas no se llevan a la práctica mientras el mundo se mueve en otra dirección. Así que la pregunta es ¿cuáles pueden ser los siguientes pasos para mantener el impulso positivo de las dos grandes conferencias anticorrupción de 2021? No en vano, la ONUDD afirma en un análisis exhaustivo: «Es la hora»[9].
Conclusiones y Recomendaciones
Por un lado, me parece importante incentivar más a las organizaciones feministas para que se involucren en la lucha contra la corrupción, y a la inversa, es necesario tener más en cuenta los aspectos de género en la lucha contra la corrupción. Es importante incentivar a las distintas organizaciones que trabajan de forma independiente en estos temas a formar alianzas estratégicas. Si trabajan juntos para promover el vínculo entre la igualdad de género y la lucha contra la corrupción, ambos objetivos se verán favorecidos.
A nivel estatal, será importante ganarse a los países que en principio simpatizan con la causa y animarlos a dar más pasos en forma de políticas, legislación y programas. Al mismo tiempo, en los procesos de debate internacional, hace falta marcar fuertes acentos para crear, a través de la igualdad de género, una base más amplia para la lucha contra la corrupción.
La próxima Conferencia de Estados Parte de la Convención contra la Corrupción se celebrará en 2023. El objetivo debe ser adoptar una resolución en la cual se acentúen las obligaciones internacionales existentes sobre el tema. Además, deben concretarse y acordarse iniciativas concretas en materia de igualdad de género que al mismo tiempo sirvan para la lucha contra la corrupción.
Es crucial que se mantenga el impulso adquirido en el año 2021. La reunión entre sesiones prevista en la resolución sobre el seguimiento de la UNGASS y la Conferencia Internacional Anticorrupción de diciembre de 2022 puede desempeñar un papel importante en este sentido.
* Daniel Kempken es consultor independiente en temas de Estado de Derecho y Anticorrupción. De 2017 a 2019, fue jefe de la Unidad de Gobernanza, Democracia y Estado de Derecho en el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania. Previamente desempeñó varias funciones en la cooperación y la diplomacia del gobierno alemán.
Créditos de la imagen de portada: UN Information Service (UNIS Vienna), «Ninth session of the Conference of the States Parties to the United Nations Convention against Corruption» vía Flickr.
[1] Véase https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N21/138/86/PDF/N2113886.pdf?OpenElement (“69. Mejoraremos nuestra comprensión de los vínculos entre el género y la corrupción, incluida la forma en que la corrupción puede afectar a las mujeres y a los hombres de manera diferente, y seguiremos promoviendo la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, entre otras cosas, incorporando estas cuestiones en la legislación pertinente, la elaboración de políticas, la investigación, los proyectos y los programas, según proceda y de conformidad con los principios fundamentales del derecho interno“).
[2] Véase https://www.unodc.org/unodc/en/corruption/COSP/session9-resolutions.html#Res.9-1 (“8. Reaffirms States parties’ commitment to improving their understanding of the linkages between gender and corruption, including the ways in which corruption can affect women and men differently, including during times of emergencies and crisis response and recovery, and to continuing to promote gender equality and the empowerment of women in this regard, including by mainstreaming it in relevant legislation, policy development, research, projects and programmes, as appropriate and in accordance with the fundamental principles of domestic law”).
[3] UNODC, The Time is now – Addressing the Gender Dimension of Corruption, 2020, S. 128 disponible en https://www.unodc.org/documents/corruption/Publications/2020/THE_TIME_IS_NOW_2020_12_08.pdf
[4] Ídem.
[5] Ídem
[6] UNODC, 2020, Gender and Corruption in Nigeria, S.3f, disponible en
[7] UNODC, The Time is now – Addressing the Gender Dimension of Corruption, 2020, S. 128 disponible en https://www.unodc.org/documents/corruption/Publications/2020/THE_TIME_IS_NOW_2020_12_08.pdf
[8] Ídem.
[9] UNODC, The Time is now – Addressing the Gender Dimension of Corruption, 2020, S. 128 disponible en https://www.unodc.org/documents/corruption/Publications/2020/THE_TIME_IS_NOW_2020_12_08.pdf
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